EL MODELO K



 LOS NESTORNOMICS: CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA ECONÓMICO INAUGURADO EN 2003




Economistas y empresarios destacan la estabilidad y continuidad del modelo

31-10-2010 / 
En un proceso de continuidad de política económica, tras el duelo, la presidenta Cristina Fernández retomará mañana sus actividades habituales. Economistas consultados por este diario descartan un cambio de rumbo y, por el contrario, prevén un escenario de profundización de las medidas económicas que sentaron las bases del modelo.

Enemigos íntimos: Néstor Kichner saluda a Hörst Köhler, quien se desempeñaba como director gerente del FMI en 2007
Mariana Prado

La muerte del ex presidente Néstor Kirchner deja, sin lugar a dudas, un vacío de poder en distintos ámbitos de la vida política del país que tendrá que ir reacomodándose al nuevo escenario. A contramarcha de lo que se ha querido instalar en las últimas horas, no sucede lo mismo en materia económica, en donde distintos especialistas consultados por Buenos Aires Económico ven una continuidad del modelo que se instaló en la gestión de Néstor Kirchner y que no se abandonó durante la administración de Cristina Fernández. Como en todo proceso, coinciden en que ese rumbo se debe seguir profundizando y descartan de plano que dé un giro de timón, achicando el gasto público y enfriando la economía, como insisten en recomendar los opositores al modelo. 
De la gestión de Néstor Kirchner destacan la independencia económica que el pago al FMI y la renegociación de la deuda otorgó para la toma de decisiones políticas en el país. También la flotación administrada del dólar, que dio competitividad a la producción local; la reactivación de la obra pública; la acumulación de reservas genuinas y la disciplina fiscal, entre otras decisiones de materia económica que apuntalaron el mayor crecimiento sostenido en el tiempo que haya verificado la Argentina en su historia y que sentaron las bases para que Cristina Fernández pudiera seguir avanzando en el mismo sentido.


La continuidad económica. Para Matías Kulfas, presidente de la Asociación de Economía para el Desarrollo de la Argentina (AEDA), la gestión de Kirchner en materia económica fue "la más exitosa de los últimos años" y un "verdadero punto de inflexión" para el país. Ahora el desafío de la Jefa de Estado es "profundizar este modelo", con una "agenda mas de la esfera microeconómica, más de detalles". "Veo un escenario importante. La clave es profundizar. Hay un montón de caminos clarísimos, en cinco años la deuda externa deja de ser un problema", vaticinó. En tal sentido, el también integrante del directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA), visualiza una indiscutida continuidad de los lineamientos económicos que se trazaron en la Argentina a partir de 2003. Como ejemplo, señaló que cuando Kirchner llega a la presidencia la mitad de la población adulta mayor no tenía jubilación y "él logra una inclusión plena, que Cristina profundiza con la Asignación Universal por Hijo".
Si se trata de destacar aciertos económicos de Kirchner, Kulfas señala "el manejo de la deuda externa". "Néstor fue clave para el canje de deuda y el pago al FMI; marcó la autonomía política que dio la autonomía económica, para romper con la dependencia" y otorgar "un margen de autonomía", afirmó con determinación. También enfatizó que otros temas "centrales" fueron la política monetaria cambiaria, la definición de retenciones, "no como medida de excepción sino como una pieza de la economía central para que el agro crezca, pero también la industria, los servicios y la construcción". Según su análisis, esta decisión otorgó un "tipo de cambio diferencial", que permitió potenciar el "fuerte crecimiento económico", con "inversiones productivas, reindustrialización y baja del desempleo", entre otras determinaciones adoptadas por Kirchner y que Kulfas no quiso dejar de nombrar.
En coincidencia, el presidente de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), Héctor Valle, sostiene que entre las gestiones económicas de los gobiernos de Néstor y Cristina "hay un encadenamiento de medidas -siempre en la misma dirección y contradictorias a los organismos multilaterales de crédito- que resultó muy exitoso". "No se puede decir cómo fue la política sólo de 2003 a 2007 porque hay una continuidad coherente", afirmó Valle.
Como en todo proceso, el economista señala que siempre hay temas pendientes sobre los que se debe avanzar. Entre ellos la implementación de "un programa integral de inversiones y un tratamiento especial agropecuario, que son desafíos que se deben emprender".
"Este modelo permitió ampliar el mercado interno, la productividad, cerrar la puerta a la especulación. Ni aun el más opositor puede negarlo. Son ocho años de decisiones de política económica que nos permitieron crecer", enfatizó Valle. Y agregó que "como el país ya no está ahogado se puede plantear ahora grandes metas de largo plazo", como "la acumulación de capital, la mejora del asalariado, la formalización del trabajo, la reforma de la carta orgánica del BCRA, la Ley de Entidades Financieras", metas para las que "están dadas las condiciones", aseguró. También remarcó que "hay que aprovechar este momento para la inversión" y que por eso "es muy importante pedir al sector privado planes concretos y que asuma la responsabilidad que le corresponde".
"En lo que les fue mejor es donde rompieron con las viejas normas de los 90, por eso se debe profundizar el trabajo político", indicó Valle, quien -al igual que Kulfas- advirtió que "las transformaciones hay que darlas desde la política y no subordinados a los grupos económicos".
Al hacer referencia a los puntos claves de la gestión económica de Kirchner, Valle mencionó "el tipo de cambio muy competitivo -que estimuló las exportaciones y tuvo un gran impacto decisivo sobre las pymes-; el mecanismo de retenciones -que permitió hacerse de recursos para políticas sociales y contener la suba de los precios de los alimentos en el mercado interno-; la bisagra fundamental que fue el pago al FMI -que dio una enorme autonomía respecto de las exigencias de los organismos multilaterales de crédito-, y para completar el círculo, el no al ALCA, una decisión inédita junto a la creación de la Unasur que cambiaron totalmente el escenario". 
"Kirchner propone una relación con el mundo en donde el país aprovecha sus recursos, no se endeuda, se autofinancia y logra la mejora sustancial de salarios por vía de la negociación colectiva", resaltó el titular de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo. Y agregó que en esta etapa de continuidad el círculo "se complementa con dos decisiones fundamentales: la nacionalización de los fondos de las AFJP y la Asignación Universal por Hijo".


Sin sobresaltos. El economista Eduardo Curia prefiere dejar para "después" los temas pendientes, aunque prevé que "alguna de estas iniciativas se las tratará seguramente el año que viene", dado que en la Argentina hay una "economía que marcha, en un ciclo expansivo, que tiene una serie de interrogantes vinculados con inflación, la política de dólar fijo y el proceso de apreciación cambiaria". Según dijo, se trata de "medidas puntuales" y por eso "lo mas importante es la matriz macroeconómica, la conjunción de líneas de acción que la definieron". 
"Veo una idea básica de continuidad de lo que se viene haciendo este año y se puede proyectar a 2011, con énfasis en la demanda interna y de consumo y del sector externo, aprovechando el superávit de arrastre. Un continuismo de este esquema es viable, funciona, pero suscita ciertos interrogantes, que probablemente no sean de dilucidación en este lapso", insistió.
"La síntesis es que el período que se gestiona, como toda obra humana que es duradera, percibe cierto desgaste" y por eso Curia suele recurrir a la idea de hacerle un "service" al modelo competitivo productivo. No obstante, destaca que  "la gestión 2003-2007 es un período saliente de la historia, que en la comparativa resiste ventajosamente". "Si no está en el primer lugar está por ahí", enfatizó. Al respecto, sostiene que el modelo promovió una "performance notable, una página saliente con una expansión acumulada, regular y sostenida; creación asombrosa de empleo; caída casi vertical de la pobreza e indigencia; mejora en la distribución del ingreso y recuperación del salario real".
Para Curia, "lo relevante" es la "idea fundamental del eje en el tipo de cambio competitivo, con tasas de interés bajas, acumulación de reservas, disciplina fiscal, desendeudamiento, reindustrialización, inversión en infraestructura y un Estado activo pro-desarrollo".
Por su parte, el director del Plan Fénix, Abraham Gak, señaló que "en perspectiva, quedan como asignaturas pendientes en economía: la reforma tributaria, la reforma de la ley de entidades financieras, la modificación del artículo 3 de la Carta Orgánica del Banco Central, una reducción de los índices de inflación y un cambio sustantivo en los índices de distribución del ingreso". Sobre las leyes pendientes de reforma consideró "probable que encuentren su concreción, salvo la referida a la reforma tributaria, a la que el Gobierno no ha dedicado especial vocación".
"Espero que el Gobierno no ceda a ninguna presión que signifique una regresión a un modelo que debe ser aún más consolidado. Va a haber presiones, pero espero que la voluntad, energía e inteligencia de la señora Presidenta les haga frente. Creo que la opinión pública la va a acompañar", analizó Gak.
El economista del Plan Fénix subrayó como central de la gestión de Néstor Kirchner la "negociación de la deuda externa, con una quita del orden de los 67.000 millones redujo la deuda pública en aproximadamente un 50%; lo que unido a la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional nos permitió recuperar la independencia en las decisiones de política cambiaria y monetaria". No obstante, también mencionó "la presencia activa del Estado, no sólo como mediador de intereses económicos en pugna sino como actor principal en el proceso de desarrollo"; las "políticas sociales focalizadas a enfrentar el alto grado de pobreza e indigencia"; la "generación de millones de puestos de trabajo y su sostenimiento durante los procesos críticos"; la "consolidación de los llamados superávit gemelos, el fiscal primario y el del comercio exterior", y la "conformación de un monto de reservas" que permite "enfrentar eventuales ataques financieros locales y externos".



PAGINA12 - 31/10/10

eKonomía

 Por Roberto Navarro
Cuando llegó Néstor Kirchner al poder, en mayo de 2003, el país estaba en default, había un 24,7 por ciento de desocupación y un 52,3 por ciento de pobres. En la Argentina había 11 millones de personas por en la indigencia. Néstor Kirchner, como presidente de la Nación, y luego junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, rescató al país de ese deterioro socioeconómico. Recuperó el manejo de la política económica. “Si no nos quitamos de encima el peso de la deuda pública no habrá plan económico que funcione”, le dijo a la semana de asumir a su entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna. En 2005, realizó la renegociación de la deuda pública con una de las quitas de capital más grande de la historia, después de la que realizó Alemania al finalizar la Primera Guerra Mundial. Luego canceló la deuda con el FMI, eliminando así los condicionamientos del organismo internacional que obstaculizaban el desarrollo de una política económica autónoma.
La decisión de mantener un tipo de cambio administrado y alto, que generó un fuerte superávit comercial y, en consecuencia, de divisas, durante siete años, impidió que el país cayera en las cíclicas crisis financieras que habían golpeado a la economía ante cada conflicto que se desataba en el mundo, como ocurrió en los noventa ante las crisis de México, Rusia, los tigres y tigresitos asiáticos, Brasil y Turquía. Desde un principio bregó por el crecimiento del consumo con la consiguiente creación de empleo: primero con la puesta en marcha del Consejo Nacional del Salario Mínimo Vital y Móvil y luego con las Convenciones Colectivas de Trabajo.
En el mismo sentido, ya durante el mandato de Cristina Fernández, impulsó la incorporación de 2,4 millones de nuevos jubilados al sistema previsional y la creación de la Asignación Universal por Hijo. La estatización del régimen previsional vino a acompañar los 15 aumentos de los haberes mínimos del sector pasivo. También se impulsó por la ley la implementación de la actualización automática bianual, que quitó discrecionalidad al sistema y está reposicionando los haberes del sector pasivo con respecto a los ingresos de los trabajadores. El incremento de los aranceles a las exportaciones agropecuarias redistribuyó ingresos e intentó, con escasos resultados, morigerar el impacto del aumento internacional de los granos en los precios internos y frenar la sojización del campo. En política exterior, Kirchner llevó a hechos concretos el acuerdo del Mercosur y a un acercamiento inédito con el resto de Latinoamérica, que redundó en importantes resultados económicos. Lo que sigue son las principales reformas que realizó, junto con Cristina Fernández de Kirchner, entre 2003 a la actualidad, y sus resultados.
-Tipo de cambio alto
Luego del fracaso de la política del 1 a 1 de los noventa, para muchos resultaba obvio que el país necesitaba un tipo de cambio alto para restaurar su entramado productivo. El tema a resolver era cómo se implementaba. En una de las primeras muestras del sentido heterodoxo que marcaría toda su política económica, Kirchner puso al Banco Central en sintonía con las necesidades del país. La intervención en el mercado cambiario de la entidad monetaria sostuvo un tipo de cambio que aún hoy, medido en términos multilaterales (comparado con una canasta de monedas de los países con los que se mantienen relaciones comerciales), es un 70 por ciento más alto que en 2001. El resultado de esta política fueron siete años de un importante superávit comercial y haber conseguido el más alto nivel de reservas de la historia, que hoy alcanza 52 mil millones de dólares. Esos dólares son un seguro de estabilidad financiera y previsibilidad económica.
-Desendeudamiento
En 2003 la deuda pública era de 178.820 millones de dólares. Monto que representaba el 138 por ciento del PBI. En 2005 se presentó ante el Congreso un proyecto de ley para encarar la negociación externa de 81.835 millones de dólares, que habían sido defolteados en 2002. El entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, le presentó a Kirchner un menú con seis escenarios de quita para negociar. Iban desde un 28 por ciento a un 65 por ciento de descuento. Kirchner eligió el 65 por ciento. La reacción de Lavagna fue “es imposible, sólo se la presenté como alternativa para negociar una quita menor”. La respuesta de Kirchner fue: “El 65 por ciento de descuento o nada, mientras yo sea presidente”. Con el descuento elegido por el ex presidente, la propuesta tuvo un 76,1 por ciento de aceptación. En los años siguientes, el Gobierno canceló los títulos públicos que fueron venciendo y renegoció los vencimientos con tenedores institucionales locales y extranjeros, a excepción del FMI. Este año se reabrió el canje con la misma propuesta y se llegó a un total del 92,4 por ciento de aceptación. En la actualidad la deuda es de 156.690 millones de dólares, un 48,6 por ciento del PBI. En 2003, si se hubiese querido cumplir los compromisos sin quita, los intereses anuales de la deuda representaban el 88 por ciento del Presupuesto nacional; hoy, los intereses se llevan apenas el 7,5 por ciento del Presupuesto.
-FMI
La cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional fue un paso importante en la política de desendeudamiento. Pero lo que buscó Kirchner fue la legitimación internacional de una política económica autónoma, que contradecía las recetas exigidas por el FMI a los países que mantenían deudas con el organismo. El 10 de enero de 2006, en un solo pago de 9530 millones de dólares tomados de las reservas del Banco Central, Kirchner terminó con la cuestión. En realidad, el ex presidente desoyó las exigencias del FMI desde el primer día de su gestión, pero el hecho de ser deudor del Fondo traía aparejados constantes informes críticos de funcionarios del organismo, en algunos casos realizados en suelo nacional. El resurgimiento de Argentina como resultado de una explícita política contraria a esas recetas contribuyó al desprestigio internacional del FMI.
-Política salarial
El primer paso que se dio desde el Ministerio de Trabajo en 2003 fue volver a reunir al Consejo Nacional del Salario Mínimo Vital y Móvil después de 14 años. El Mínimo se actualizó de 200 a 500 pesos. El aumento fue un mensaje para los trabajadores que ganaban más y vieron achatar la pirámide salarial. Así comenzaron a avanzar las Convenciones Colectivas de Trabajo y empezaron a firmarse convenios a la suba. En 2003 se firmaron 203 convenios; en 2009, 1286. En la actualidad el mínimo es de 1740 pesos, casi un 900 por ciento arriba de 2003 y el salario promedio es de 2890 pesos.
-Fin de las AFJP
En noviembre de 2008 el Congreso aprobó un proyecto del Ejecutivo que reestatizó el sistema previsional. En ese momento, diez AFJP administraban 90 mil millones de pesos de los trabajadores, cobrándoles comisiones por administración del 33 por ciento de sus aportes. Ese año la rentabilidad promedio del sistema había sido de -2,5 por ciento, ocasionándole una pérdida al fondo de 8000 millones de pesos. A pesar de eso, los ejecutivos de las administradoras cobraban salarios de hasta 110 mil pesos por mes y bonos anuales de hasta un millón de pesos. Luego de la reestatización, la jubilación mínima subió un 585 por ciento. Además, se incorporaron al régimen 2,4 millones de personas en edad de jubilarse que no cobraban ningún haber por no contar con los aportes suficientes, luego de décadas de desocupación y trabajo no registrado.
-Integración regional
El ex presidente Néstor Kirchner fue uno de los actores protagónicos del fortalecimiento del Mercosur y luego de la Unasur, organismo del que fue secretario general hasta el día de su fallecimiento. Más allá de las consecuencias positivas en materia geopolítica, los resultados económicos de estos avances fueron un factor trascendente en el crecimiento nacional. Un ejemplo fue el acuerdo automotor con Brasil, que en 2010 permitirá exportar al país vecino casi 400 mil vehículos. También sirvió para sumar valor agregado a las exportaciones, ya que el 66 por ciento de las manufacturas industriales se venden a Latinoamérica.
-Retenciones
El gobierno de Eduardo Duhalde había implementado luego de la devaluación una alícuota del 10 por ciento en los derechos de exportación de granos. Kirchner la fue elevando hasta llegar a un 35 por ciento en soja, un 32 por ciento para el girasol, 25 para el trigo y 27 para el maíz. El 12 de marzo de 2008, luego de un incremento del precio internacional de los granos de un 75 por ciento promedio en tres meses, anunció un nuevo sistema de retenciones móviles. Así, la soja llegaba al 44 por ciento de retenciones. Aun con esta suba en los derechos de exportación, con los precios internacionales vigentes en ese momento y el tipo de cambio a 3,80 pesos por dólar, los productores iban a tener una rentabilidad al cosechar la soja un 20 por ciento superior que la que esperaban al sembrarla. Pero igual la resistencia del sector tuvo niveles sin precedentes. Luego de un intenso conflicto, en junio un proyecto de ley del Ejecutivo, con importantes mejoras para el agro respecto del decreto inicial, fue rechazado en el Senado con el voto decisivo del vicepresidente Cobos. En 2010 los derechos de exportación aportaron al fisco 42.375 millones de pesos.
-Asignación Universal por Hijo
El 27 de octubre de 2009 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó el decreto que amplió un derecho social: la Asignación Universal por Hijo (AUH). El beneficio alcanza a los hijos de desocupados y de trabajadores no registrados. En diciembre del año pasado, más de dos millones de menores de 18 años comenzaron a cobrar 180 pesos mensuales. En la actualidad, más de tres millones setecientos mil cobran 220 pesos. El Presupuesto 2010 para la AUH es de 8022 millones de pesos. La condición para obtener el beneficio es concurrir a clases y tener los certificados de vacunación al día. En 2010 la matrícula en los colegios secundarios creció un 20 por ciento como resultado del requerimiento de asistencia al colegio. Un reciente estudio de la Universidad de San Martín señaló que “la AUH pulverizó la indigencia”. El informe sitúa el índice de indigencia entre el 2,0 y el 3,5 por ciento, según los registros de inflación que se utilicen como parámetro. Así la administración kirchnerista, en siete años, sacó de la indigencia a 10 millones de argentinos.
Obra pública
Uno de los impulsos más importantes a la economía surgió desde el Ministerio de Planificación, con una cantidad de obra pública inédita. El Presupuesto de la cartera comandada por Julio De Vido pasó de 2087 millones de pesos en 2003 a 49.200 millones en 2010. En siete años se duplicaron los kilómetros de autopistas que existían en el país, pasando de 965 kilómetros en 2003 a 2015 kilómetros en junio pasado. La generación eléctrica subió de 17.900 megavatios de potencia efectiva hace siete años a 23.800 en la actualidad. Las líneas de transporte de alta tensión, de 9083 a 12.563 kilómetros. El transporte de gas, de 118,6 a 139,3 millones de metros cúbicos diarios. En ese tiempo se construyeron 480 mil viviendas y otras 240 mil reparaciones y ampliaciones. En total fueron 720 mil soluciones habitacionales, que beneficiaron a 3,6 millones de habitantes. En noviembre el Gobierno inaugurará la escuela número mil en su gestión.
Política industrial
Entre 1990 y 2002 cerraron sus puertas 82.300 empresas. En el país ya no se fabricaban motores ni llantas ni sistemas de frenos para automóviles. Sólo el 12 por ciento de las máquinas para oficinas que se vendían eran nacionales. El 88 por ciento de los juguetes eran importados, la industria del calzado local sólo participaba en el 38 por ciento del mercado y la textil, en el 42 por ciento. La política de apertura irrestricta a las importaciones había arrasado con el entramado productivo. En la actualidad, el 65 por ciento de los ítems de importación deben pedir una licencia no automática al Ministerio de Industria. El organismo analiza el impacto en la industria local antes de liberarla. El tipo de cambio, el mayor acceso al crédito, basado casi en su totalidad en la banca pública, y los incentivos creados por la cartera industrial, como la Ley de Promoción Industrial, contribuyeron para crear 125 nuevas empresas en siete años.
Entre el segundo trimestre de 2003 y el mismo período de 2010, durante los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, la economía creció un 70,3 por ciento. En ese lapso se generaron 4,1 millones de puestos de trabajo. En la actualidad, la cartera laboral da cursos de distintos oficios a un millón de personas para incorporarlas al mercado laboral. La brecha de ingresos entre el 10 por ciento de la población más rica y el 10 por ciento de la menos favorecida se redujo entre el tercer trimestre del 2003 al segundo de 2010 un 60 por ciento, pasando de 54,0 a 21,9 veces. Luego de décadas de fuga de cerebros, en siete años se repatriaron 762 científicos. En 2012, el nuevo gobierno sólo tendrá que enfrentar deuda pública por un monto de seis mil millones de dólares, entre capital e intereses, cifra que representará un 1,5 por ciento del PBI.
Un resumen apretado de las principales acciones de gobierno y sus resultados: el legado económico social de Néstor Kirchner


LOS MODELOS DE PAIS:

EL MODELO DEL AJUSTE

En nuestro país se han aplicado toda clase de recetas liberales y neoliberales por los gobiernos militares y en los años 90 que tenían un eje común:
  1. Ajuste del gasto público. Las politicas de reducción del gasto público siempre apuntaron a la reducción del gasto social, salarios, jubilaciones  y a la supresión de funciones necesarias del Estado.  Se metio en la misma bolsa al gasto y a la inversión con lo que se desatendio la infraestructura . Las politicas de ajuste se llevaron también a la salud y a la educación pública, reduciendo los salarios docentes y transfiriendo a las provincias la responsabilidad de costear la educación primaria. Todo esto produjo un deterioro creciente del nivel educativo de la población. Otra vícitima de las politicas de ajuste es la investigación cientifica y tecnologica provocando una emigracion de cientificos y retrasando el desarrollo del país.
  2. Nacionalización de Deuda Privada. Mientras se bajaba el gasto social, el Estado se hacía cargo de deuda de empresas y bancos transfiriendo a toda la comunidad deudas privadas. Es la lógica básica del capitalismo: las ganancias son de las empresas y si hay deudas, estas se transfieren al pueblo. Lo hizo Cavallo cuando fue Presidente del Banco Central en 1982, lo hizo, Menem con el Plan Bonex de 1990 y Duhalde con el Corralón y la emisión de Boden con lo que el Estado termino pagando a los ahorristas los depositos que debieron pagar los bancos. Un negocio redondo para éstos quienes se llevaron el dinero y no tuvieron que devolverlo.
  3. Dolar barato, con lo cual nuestros exportaciones perdían competitividad. El dolar barato les conviene a las empresas de servicios extranjeras pues les permite girar más utilidades en dólares al exterior.
  4. Apertura de los mercados: El ingreso irrestricto de bienes del exterior favorecido por el cambio barato produjo una avalancha de importaciones de cosas que podían ser producidas con trabajor argentino,  con las que nuestros productos no podían competir,. Esto provocaba cierre de fábricas y pérdida constante de empleo. 
  5. Desindustrialización: La falta de competitividad de la industria naciona y la saturación de productos importados llevo al cierre de fábricas. Se impuso el criterio que lo hecho en la Argentina es malo y lo importado bueno. La industria nacional era considerada "Flor de Ceibo".
  6. Pérdida de fuentes de trabajo: Como consecuencia del cierre de fabricas, la reducción del gasto público, las politicas recesivas, y la falta de obras.
  7. Apertura del ingreso de inversiones, sin ningún tipo de controles ni condiciones. Las inversiones que ingresaron se canalizaron a comprar empresas que ya existían y no a crear nuevas empresas por lo que ampliaban las fuentes de trabajo, lo que hacían era desnacionalizar nuestras empresas, lo que termina afectando la balanza de pagos ya que las ganancias luego son giradas al exterior.
  8. Privatizacion y tercerización de funciones públicas. Se nos convenció por los medios (Neustad fue el pionero) de que el Estado era algo malo que debía ser combatido y que todos los problemas se solucionaban con la privatización y la desregulación. El Estado no tenía que intervenir ya que la "mano invisible" de los mercados permitía regular y equilibrar todo.  Es famosa la frase achicar al Estado para agrandar el país. En la práctica significo una fabulosa apropiación del patrimonio público por el sector privado y un vaciamiento del Estado que quedó indefenso para poner límite a los grupos económicos. Con el dejar hacer, dejar pasar de Adam Smith , lo que se hizo es permitir al zorro cuidar las gallinas ya que el unico equilibrio que se crea es el que imponen los poderosos.  Todo esto fue acompañado por un copamiento del Estado por gerentes de empresas privadas que lo utilizaron para generar negocios y no para aplicar políticas publicas.
  9. Desregulación. Esta politica implica eliminar los controles del Estado en la actividad privada con lo cual los grupos más poderosos pueden hacer lo que más les conviene sin ser molestados. 
  10. Desnacionalización. Todas estas politicas condujeron a la extranjerizacion de empresas públicas y privadas quienes se adueñaron de nuestros recursos naturales. Hasta se llego a entregar actividades estratégicas como al energía y los hidrocarburos.
  11. Endeudamiento. El ajuste del gasto publico y la eliminacion de puestos de trabajo afecta el crecimiento económico generando déficit fiscal que es cubierto con endeudamiento. La deuda pública es el mayor de los negocios y es manejado por intereses del exterior. Los que endeudan al país se enriquecen porque perciben comisiones suculentas. La deuda no solo es un negocio financiero sino un instrumento de dominación y saqueo de los pueblos ya que los acreedores imponen condicionamientos y políticas económicas diseñadas en función de sus intereses y no de los nuestros.
  12. Politica exterior de relaciones carnales, o de sometimiento a las imposiciones de los centros de poder internacional
  13. Represión. Los conflictos sociales que genera este modelo deben ser combatidos con represión. Por eso este modelo se sustenta en la "mano dura" y se considera delincuente al pobre, quien es visto como un desecho del sistema que debe ser eliminado. 
 Estas políticas neoliberales son las que nos condujeron a la peor crisis que tuvimos en la historia, la crisis del 2002, que fue consecuencia de una década de dolar barato sostenida en base al endeudamiento. En ese periodo el país  duplico su deuda externa, endeudándose en 60.000 millones de dólares. 

El deficit fiscal se cubria con deuda hasta que todo exploto porque lo que se recaudaba ya no alcanzaba ni para pagar los interses de la deuda. Esto condujo a una salida masiva de divisas y pérdida de reservas durante el 2001 concluyendo con el corralito de Cavallo ya que las reservas que quedaban no permitian sostener la convertibilidad y finalmente al CORRALON de Duhalde y a la nacionalización de la deuda de los bancos.

EL MODELO NACIONAL Y POPULAR 

El modelo de este gobierno es lo contrario del anterior. Es un modelo virtuoso que tiende a fortalecer nuestra independencia económica, soberanía política y justicia social, a sea los postulados básicos de la doctrina justicialista que muchos invocan pero pocos aplican

El modelo en forma suscinta implica:

  1. Dolar competitivo
  2. Desendeudamiento. Lo que permite aplicar políticas soberanas  
  3. Aumento de las exportaciones
  4. Mejora en el perfil de las importaciones
  5. Crecimiento economico, abandono de las recetas recesivas, superavits fiscal y comercial
  6. Acumulación de reservas para evitar las corridas cambiarias, mejorar la capacidad de pago y el riesgo país
  7. Generación de fuentes de empleo
  8. Fuerte inversión pública: viviendas, rutas, cloacas, agua, caminas, represas.
  9. Mejora cuantitativa y cualitativa del gasto social 
  10. Mantenimiento del salario real
  11. Aumento de la inversión en educación
  12. Fomento de la ciencia y técnica: repatriación de científicos
  13. Desendeudamiento 
  14. Política exterior soberana y de integración latinoamericana
  15. Revalorización del rol del Estado. Fortalecimiento de las funciones públicas de regulación 
  16. Recupero de privatizaciones fracasadas 

VIDEOS PARA MANTENER LA MEMORIA








    A PROPOSITO DE LA CRISIS GRIEGA

    La trampa del euro

    04-05-2010 / 

    Paul Krugman
    No hace tanto, los economistas europeos solían burlarse de sus homólogos estadounidenses por haber cuestionado la sensatez de la marcha de Europa hacia la unión monetaria. “En general”, afirmaba un artículo publicado el pasado enero sin ir más lejos, “el euro ha funcionado, hasta ahora, mucho mejor de lo que muchos economistas estadounidenses habían pronosticado”. Durante años, salarios y precios subieron más deprisa en los países ahora en crisis

    Vaya. El artículo resumía las opiniones de los euroescépticos con la frase: “No puede suceder, no es buena idea, no durará”. Bueno, sí que sucedió, pero ahora mismo parece que realmente fue una mala idea por exactamente los mismos motivos expuestos por los escépticos. Y respecto a si durará... De pronto, eso parece una interrogante abierto.

    Para comprender el lío del euro –y la lección que nos enseña a los demás– hay que ver más allá de los titulares. Ahora mismo, todo el mundo se centra en la deuda pública, lo que puede hacer que esto parezca una simple historia de gobiernos que no pueden controlar sus gastos. Pero eso es sólo parte de la historia de Grecia, mucho menos en el caso de Portugal, y para nada la historia de España.

    El hecho es que hace tres años ninguno de los países que ahora están en crisis, o casi, parecían tener problemas fiscales graves. Ni siquiera el déficit presupuestario de Grecia en 2007, expresado como porcentaje del PIB, era mayor que los déficits que registró Estados Unidos a mediados de los ochenta (¡el nuevo amanecer de EE.UU.!), mientras que España tenía de hecho superávit. Y los tres países atraían grandes flujos de capital extranjero, en gran parte porque los mercados creían que el hecho de pertenecer a la zona euro convertía las obligaciones griegas, portuguesas y españolas en inversiones seguras.

    Luego, llegó la crisis financiera mundial. Esas entradas de capital se agotaron; los ingresos se hundieron y los déficits se dispararon; y ser miembro de la zona euro, hecho que había animado a los mercados a amar a los países ahora en crisis de forma intensa pero insensata, se convirtió en una trampa.

    ¿En qué consiste esa trampa? Durante los años del dinero fácil, los salarios y los precios subieron mucho más deprisa en los países ahora en crisis que en el resto de Europa. Ahora que el dinero ya no entra a borbotones, esos países tienen que volver a controlar los costes.

    Pero es mucho más difícil hacer eso ahora que cuando cada país europeo tenía su propia moneda. En aquel entonces, los costes podían controlarse ajustando los tipos de cambio (por ejemplo, para recortar sus salarios respecto de los salarios alemanes, Grecia no tenía más que reducir el valor del dracma frente al del marco alemán). Sin embargo, ahora que Grecia y Alemania comparten la misma moneda, la única forma de reducir los costes relativos de Grecia es con una combinación de inflación alemana y deflación griega. Y dado que Alemania no va a aceptar la inflación, la solución es la deflación.

    El problema es que la deflación –la bajada de los salarios y los precios– es siempre y en cualquier lugar un proceso tremendamente doloroso. Inevitablemente, conlleva una crisis prolongada con altas tasas de paro. Y también agrava los problemas de la deuda, tanto pública como privada, porque los ingresos se reducen mientras que la carga de la deuda no lo hace.

    De ahí la crisis. Las desgracias fiscales de Grecia serían graves pero probablemente controlables si las perspectivas de la economía griega para los próximos años pareciesen al menos moderadamente favorables. Pero no es así. A principios de esta semana, cuando rebajó la calificación de la deuda griega, Standard & Poor’s indicó que el valor en euros del PIB griego podría no volver a su nivel de 2008 hasta 2017, lo que significa que no hay esperanzas de que el crecimiento saque a Grecia del atolladero.

    Todo esto es justamente lo que temían los euroescépticos. El hecho de renunciar a la posibilidad de ajustar los tipos de cambio, advertían, propiciará crisis futuras. Y así ha sido.

    Entonces, ¿qué va a pasar con el euro? Hasta hace poco, la mayoría de los analistas, incluso yo mismo, pensaban que una ruptura del euro era prácticamente imposible, dado que cualquier gobierno que se atreviese siquiera a insinuar que se estaba planteando abandonar el euro estaría fomentando una retirada masiva de depósitos de sus bancos. Pero si los países en crisis se ven incapaces de pagar sus deudas, probablemente se enfrenten a graves espantadas de los bancos de todos modos, lo que les obligaría a tomar medidas de emergencia como restricciones temporales a la hora de retirar dinero de los bancos. Esto dejaría abierta la puerta a la salida del euro.

    Así que, ¿está el propio euro en peligro? En una palabra, sí. Si los dirigentes europeos no empiezan a actuar de manera mucho más enérgica, proporcionándole a Grecia la ayuda suficiente para evitar lo peor, es muy posible que se produzca una reacción en cadena que empiece con el impago griego y termine causando muchos más estragos. Mientras tanto, ¿qué lección podemos aprender los demás?

    Los halcones del déficit ya están tratando de apropiarse de la crisis europea, presentándola como un ejemplo práctico de los peligros de los números rojos en las cuentas públicas. Sin embargo, lo que la crisis realmente demuestra es lo peligroso que es ponerse uno mismo una camisa de fuerza política.

    Cuando se unieron al euro, los gobiernos de Grecia, Portugal y España se negaron a sí mismos la posibilidad de hacer algunas cosas malas, como imprimir demasiado papel moneda; pero también se privaron de la capacidad de responder con flexibilidad ante los acontecimientos. Y cuando la crisis golpea, los gobiernos tienen que ser capaces de actuar. Eso es lo que olvidaron los arquitectos del euro, y lo que el resto de nosotros tenemos que recordar.

    *Paul Krugman fue Premio Nobel de Economía en 2008
    Fuente: Buenos Aires Economico